El oído es uno de los cinco sentidos principales que nos ayuda a funcionar en el día a día y a interactuar con el mundo y con otras personas. La influencia calmante de la música, las conversaciones provechosas con nuestros seres queridos, la bocina que nos advierte de un coche que se acerca, o incluso mantener nuestro equilibrio mientras caminamos, todo esto es posible gracias a nuestros oídos. Sin embargo, un aspecto los pone en la misma categoría que cualquier otro órgano. Porque ellos, también, pueden sufrir daños.
Algo interrumpe…
Nuestros oídos son instrumentos delicados y complejos, en su mayoría invisibles desde el exterior. Se componen de muchos elementos y están adaptados para registrar incluso los estímulos más pequeños, lo que los hace muy fáciles de dañar o destruir. El daño de un solo elemento puede iniciar un verdadero efecto dominó, causando consecuencias a largo plazo.
Pero ¿cuál podría ser la causa de nuestros problemas? Algunos de ellos pueden estar causados por defectos congénitos en los que el oído no se desarrolla adecuadamente en el período prenatal. Sin embargo, el estado de la medicina actual permite eliminar los efectos negativos en estos casos, ofreciendo a las personas afectadas la oportunidad de una vida cómoda.
Sin embargo, también puede que el problema sea causado por el exceso de actividad en un oído normal. En condiciones normales, producen cerumen. Esta sustancia realiza varias funciones extremadamente importantes, desde proteger nuestro oído medio del polvo y objetos extraños hasta lubricar el tímpano para mantenerlo elástico.
A veces, sin embargo, las glándulas que producen esta sustancia se vuelven hiperactivas, produciendo demasiada cera, lo que puede conducir a molestias. En tales casos, muchas personas optan por limpiar el canal auditivo con hisopos de algodón. Tal solución, sin embargo, no solo puede no ser eficaz, sino incluso puede hacer daño, empujando la cera más adentro en el canal o, peor aún, dañando el tímpano.
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¿Solo un defecto?
Como se mencionó, las orejas son muy delicadas, especialmente a medida que nos movemos desde la aurícula externa a los elementos pequeñísimos del oído interno. Por lo tanto, incluso el daño más pequeño al tímpano, que protege el límite entre el oído externo y el oído medio, puede causarnos muchos problemas.
Primero, el tímpano tiene un suministro de sangre muy fuerte, por lo que incluso el rasguño más pequeño puede resultar en sangrado. Esto, a su vez, no solo aumenta el riesgo de obstrucción adicional del canal en nuestro oído, sino también de infectar el rasguño.
Segundo, si el tímpano se interrumpe de alguna manera, las bacterias y microbios del exterior tienen acceso a nuestro oído medio y al oído interno. Esto puede resultar en casos aún peores de infección, afectando partes profundas del oído medio.
Tercero, una vez dañado, el tímpano no vuelve a su función anterior. Mientras que el tímpano puede volver a unirse, el sitio del daño anterior estará marcado por una cicatriz que es más rígida que la membrana original.
Por último, vale la pena recordar que ¡nuestros oídos no solo son responsables de procesar el sonido! El oído también contiene los órganos responsables de nuestro sentido del equilibrio. Desafortunadamente, esto también significa que uno de los síntomas de un oído obstruido o dañado puede ser mareos o dolores de cabeza, o incluso náuseas. Así que vale la pena recordar cuidar atentamente el bienestar de nuestros oídos.
Pero ¿cómo lidiamos con las glándulas hiperactivas en el oído que producen demasiado cerumen? O, por el contrario, ¿qué pasa si no se mantienen en el tiempo, resecando el tímpano?
Lo mejor es apostar por un producto suave pero eficaz que ayudará a eliminar el exceso de cerumen mientras lubrica aún más el tímpano. Como Acust Oil Max!
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Escucha mejor – Aceite Acust Oil Max
Acust Oil Max es una fórmula cuidadosamente elaborada que consiste en aceites naturales y extractos de plantas. Como resultado, no solo ayuda a mantener nuestros oídos higiénicos al eliminar el polvo y otros elementos no bienvenidos de nuestro canal auditivo, sino que también disuelve suavemente el exceso de cerumen, lo que nos permite disfrutar de un oído limpio y funcional.
Además, gracias a su fórmula líquida y suave, elimina el riesgo de daños mecánicos en el canal o el tímpano, lo que supone un grave riesgo al limpiarlos con hisopos de algodón, dedos u otras herramientas. Acust Oil Max no contiene partículas ni residuos que puedan dañar los elementos de nuestros delicados oídos.
Por último, incluso en el caso de problemas auditivos por lubricación insuficiente del tímpano, este producto ayuda a resolver gradualmente el problema, restaurando la audición completa.
Con el uso regular, nuestros oídos estarán limpios y lubricados, y estaremos más tranquilos. Gracias a Acust Oil Max, podemos decir adiós a los mareos y dolores de cabeza, a la picazón del canal auditivo y la necesidad de preguntar a nuestros interlocutores qué acaban de decir. Ayuda a reducir el malestar asociado con las glándulas desreguladas en el canal auditivo, ya sea por su actividad excesiva o insuficiente.
¡Todo lo que queda por hacer es disfrutar más de la vida, escuchar nuestra música favorita, disfrutar del canto de los pájaros y pasar largas horas en una conversación amena con nuestros seres queridos!
Nuestros oídos nos ofrecen mucho más que la capacidad de oír. Son una herramienta para comunicarse con el mundo, así como para mantener el equilibrio físico y mental. A pesar de su papel vital, son un órgano muy delicado, susceptible a la edad, daños mecánicos o higiene inadecuada. Por eso, vale la pena asegurarse de brindarles la mejor calidad de atención para que nos sirvan perfectamente por muchos años. Para este propósito, un gran apoyo será el natural Acust Oil Max, que lubricará nuestro canal interno, mientras ayuda a eliminar la suciedad y el exceso de cerumen. ¡Pruébalo tú mismo!